El pasado 20 de marzo a las 11:00h se celebró el acto de descubrimiento de la placa y azulejo en la calle que, en adelante, llevará el nombre de “Instituto Laboral Fernando el Católico”. El acto estuvo presidido por el Ilmo. Sr. Alcalde, D. Alfonso García Ramos, y asistieron numerosos miembros de su equipo de gobierno así como el anterior alcalde D. José Carmelo Jorge Blanco, miembros de la Asociación y numeroso público.
Estas son las palabras que el presidente D. José María Rubio Casquet dirigió a todos los asistentes al acto:
“Buenos días a todos y muchas gracias por acompañarnos en este día tan especial.
Hubo una época en la que el centro de enseñanza que tenemos enfrente gozaba, desde su fundación en 1952, de una denominación distinta a la actual, su nombre era Instituto Laboral “Fernando el Católico”. No se pudo hacer entonces mejor elección, la importancia de vincular el nuevo centro de enseñanza al nombre de un personaje reconocido en la historia de Vera, respondía también a la figura singular de un Rey, Fernando de Aragón y Castilla, conocido como “Fernando el Católico”, cuya huella imborrable en la historia de España resalta la importancia que se pretendía para nuestro Instituto. Este nombre fue recibido de manera natural por los veratenses así como los pueblos vecinos que orgullosamente comparten los hechos que aquí ocurrieron hace cinco siglos y que determinaron la historia de esta comarca. Pocas dudas puede haber sobre la importancia para España, para Europa y para el mundo en general, de aquel Rey que dignificó Vera otorgándole el título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Vera”.
En marzo de 1989, el Consejo Escolar y Claustro de Profesores deciden, con el Vº Bº del Sr. Alcalde y su equipo de gobierno de aquel año, cambiar la denominación del Centro conociéndose actualmente como “Alyanub”.
Pero hoy vamos a rendir homenaje a nuestro Instituto Laboral “Fernando el Católico” con el descubrimiento de una placa que dará su nombre a esta calle. Instituto que en los años 50, 60 y 70 del pasado siglo permitió que, por primera vez en la historia, los jóvenes de Vera y comarca pudiéramos estudiar el bachillerato sin necesidad de alejarnos de nuestro hogar y nuestras familias y, de esta forma, iniciar un proyecto de futuro.
Como presidente de la AAILFC, es un gran honor y un privilegio estar hoy aquí, compartiendo este momento tan especial con cada uno de ustedes. La placa que estamos a punto de descubrir no es simplemente un nombre en una calle, sino un símbolo de educación, amistad y crecimiento personal. Es un testimonio de los años dedicados al aprendizaje y a la formación de jóvenes que, con el tiempo, se han convertido en adultos responsables y ciudadanos ejemplares. Es también un recordatorio tangible de nuestra juventud, de los sacrificios que hicieron nuestros padres para que pudiéramos recibir la mejor educación posible, y del apoyo inquebrantable de nuestros profesores. Es una afirmación de la importancia que tiene nuestro Instituto en esta comunidad. Es un homenaje a nuestro pasado y un recordatorio de nuestras responsabilidades presentes y futuras. Somos herederos de una tradición de excelencia y es nuestra responsabilidad mantenerla viva y vibrante.
Hace años, caminábamos por los pasillos de nuestro querido Instituto, compartiendo risas, desafíos y sueños. Cada aula, cada rincón de ese edificio, se convirtió en testigo de nuestra evolución, de nuestras experiencias y de las amistades que hoy perduran en el tiempo. Hoy, al poner el nombre de nuestro Instituto a esta calle, estamos creando un monumento a esos recuerdos imborrables.
Las lecciones que recibimos en nuestro Instituto no solo fueron académicas sino también morales, éticas y sociales. Aprendimos a ser ciudadanos responsables, a valorar la diversidad y a luchar por lo que creemos.
Hoy, al ver el nombre de nuestro Instituto en esta placa, también rendimos homenaje a aquellos profesores que dejaron una marca indeleble en nuestras vidas: D. Manuel Martínez, D. Manuel Caparrós, D. Felipe Ramallo, D. Manuel del Águila, D. Pepe Navarro, D. Alfonso Pérez, D. Juan Fernández Marín, Dña. Ángela Cervantes, Dña. Maria Dolores Candela, D. Alfredo Bricio, D. Manuel Simón Sánchez Logroño… y tantos otros.
Al mirar hacia atrás, recordamos los eventos que hicieron de nuestra época aquí algo único. Los proyectos grupales, las competiciones deportivas, las actuaciones teatrales, los momentos de alegría y también los desafíos que nos hicieron crecer como personas. Este Instituto fue algo más que un lugar de estudio, fue un terreno fértil donde sembramos las semillas de nuestras vidas futuras.
En este momento, también recordamos a aquellos que formaron parte de esta institución y ya no están entre nosotros. Honramos su legado y conservamos y llevamos a la práctica las lecciones que nos enseñaron.
Y para finalizar, quiero expresar mi gratitud a todos aquellos que hicieron posible este homenaje. Al anterior alcalde D. José Carmelo Jorge Blanco y su equipo de gobierno, que reconocieron la importancia de esta iniciativa aprobándose el cambio de nombre de esta calle por unanimidad en el Pleno de fecha 29 de noviembre de 2022; al actual alcalde D. Alfonso García Ramos y su equipo de gobierno por su apoyo incondicional; a la brigada de obras del Ayuntamiento; a D. Gabriel Flores Garrido por su estrecha colaboración y asesoramiento sobre la historia de la ya antigua calle Paseo; al taller de cerámica de Asprodalba por el buen trabajo que han realizado y a todos los que habéis trabajado y confiado para que este sueño se hiciera realidad. Gracias por dedicarle a nuestro Instituto un lugar especial en las calles que recorremos cada día.
Muchas gracias.”