El día 9 de enero de 2019, un grupo de antiguos alumnos del Instituto Laboral “Fernando el Católico” realizó una visita a la desaladora de Palomares (Cuevas de Almanzora).
La desaladora entra en funcionamiento en el año 2000, con un coste inicial de instalación de 16 millones de €. El agua se extrae de cuatro pozos cercanos, y ocasionalmente, un quinto pozo situado en la Ballabona. La instalación tiene una capacidad de desalación de 37.000 m3/día, que permite dar servicio a una superficie de regadío de 3500 Has.
La planta funciona con 4+2 bastidores (estos últimos de inferior calidad). El agua potable obtenida oscila entre 65-75%. El resto salmuera concentrada se vierte al mar por un sistema de canalización. El contenido en salmuera, es inferior al que se obtendría si se utilizase agua de mar en el proceso de desalación.
Por otra parte, el menor contenido en sal del agua de estos pozos, permite que el sistema trabaje a presiones menores, que si fuese agua de mar.
La instalación dispone de tanques de arena para filtración previa del agua a tratar. El proceso está diseñado con un sistema para tratamiento del agua remanente antes de considerarla salmuera, a través de unas turbinas que producen un incremento de presión sobre la presión inicial.
La planta funciona utilizando membranas para osmosis inversa, por el que se aplica a estas membranas semipermeables una presión superior a la osmótica, pasando el agua a través de ellas, y quedando retenidos los iones disueltos.
Cada uno de los cilindros está formado por 12 membranas concéntricas con mallas intercaladas, al objeto de conseguir una mayor superficie de filtración, alta densidad de empaquetamiento y menor pérdida de presión, ya que se produce un régimen turbulento que evita la cristalización de las sales.
Una vez desalada, el agua se almacena junto a la planta en un embalse de 23.000 m3, del cual, se distribuye a las superficies de regadío.
